Distintas formas de organización de la empresa
Una de las decisiones que debemos tomar para que la empresa funcione es la necesidad de recursos humanos que vamos a tener, es decir, cuántas personas vamos a necesitar para trabajar en la empresa y qué funciones van a realizar cada una de ellas. Establecer la organización de la empresa es una parte fundamental de la gestión de la misma, que se basa en la combinación de recursos materiales y humanos. Debemos planificar las necesidades de recursos humanos de acuerdo con los objetivos de la empresa, formando parte de nuestra estrategia empresarial.
La visión jerárquica tradicional de la estructura de la empresa ha ido dando paso a nuevas formas de organización más colaborativas, debido, en parte, a la proliferación de startups casi siempre inmersas en procesos creativos que requieren estructuras horizontales, donde el principio de autoridad confluye con el principio de cooperación. En el siguiente video Steve Jobs, fundador de Apple, nos explica que parte del éxito de su compañía se basa en que se trabaja en equipo, las personas cooperan entre sí y cualquiera, incluido el jefe, puede estar equivocado. Prevalecen las buenas ideas por encima de la autoridad.
Tipos de estructuras
La organización de una empresa consta de una estructura formal diseñada por la misma como decisión estratégica, y una estructura informal constituida por las relaciones interpersonales de las personas que trabajan en ella.
ESTRUCTURA FORMAL
Diseñada por la empresa tiene como finalidad alcanzar los objetivos establecidos, por lo que dependerá de qué metas se hayan propuesto tendrán un tipo de estructura organizativa u otra. Ello va a depender de la cultura empresarial, existen empresas con una estructura más democrática, más horizontal donde se trabaja de forma colaborativa por quipos, y otras con una estructura jerárquica más rígida.
Toda organización se basa en la división del trabajo, que consiste en dividir las tareas que deben realizarse en la empresa y asignarlas a personas concretas. Algunas de estas tareas se agrupan por departamentos que realizan funciones similares, por ejemplo, las tareas relacionadas con las decisiones de marketing, se asignan al Departamento de Marketing. A este proceso se le llama departamentalización. Estas unidades organizativas suelen estructurarse según las áreas funcionales tradicionales de la empresa: producción, financiación, marketing, recursos humanos, etc. existiendo tantos departamentos como áreas funcionales. Aunque existen otros criterios para establecer esta departamentalización como el geográfico, es decir el área geográfica donde tiene presencia la empresa (por ejemplo, división de España, división Internacional); o bien por productos (por ejemplo, una empresa que vende equipos informáticos podría diferenciar entre tablets, portátiles, PC, etc. y tener un departamento para cada uno). También se puede utilizar el criterio de clientes (por ejemplo, ropa infantil, ropa de hombre, ropa de mujer, etc.) o por canales de distribución (departamento de grandes superficies o de comercio minorista).
Este principio de división del trabajo que acabamos de explicar se combina con el principio de autoridad, cada departamento debe tener una persona que sea responsable del mismo y que ejerza el liderazgo. En algunas empresas la cadena de mando, que conforma las relaciones de autoridad, está claramente establecida y, en otras, está más diluida.
Como hemos comentado anteriormente, el aumento del número de startups han introducido estructuras más flexibles, en las que se trabaja por proyectos, con estructuras temporales de equipos interdisciplinares que se deshacen cuando termina el proyecto y se reestructuran al comenzar otro distinto. Esto facilita los procesos creativos, pero también requiere de los trabajadores habilidades nuevas que les permitan incorporarse a estos equipos flexibles, como la capacidad de trabajar de forma colaborativa o la creatividad, es lo que llamamos las soft skills, que nos dan un nuevo perfil de trabajador que pueda desarrollar en intraempredimiento.
ESTRUCTURA INFORMAL
La estructura informal de una empresa existe además de la estructura formal. Conformada por las relaciones interpersonales de las personas que trabajan en ella, en algunas ocasiones puede ayudar a cumplir los objetivos de la empresa, y en otros interferir en su cumplimiento. Por ello, es importante tenerla en cuenta a la hora de diseñar la estructura organizativa de nuestra empresa. Tiene una influencia decisiva en clima de trabajo y en la motivación de los empleados, por lo que es imprescindible considerarla para mejorar el rendimiento de los trabajadores y la productividad.
En el siguiente video podemos ver cómo son las oficinas de Google en San Francisco, donde se fomentan las relaciones informales dentro de la empresa, con espacios específicos, para favorecer el intercambio de ideas y el desarrollo de proyectos.
Vamos a reflexionar acerca de la estructura informal de una empresa respondiendo a las siguientes preguntas:
- ¿Crees que las oficinas de Google favorecen el rendimiento de sus empleados o solo les permiten más distracciones para que estén contentos y relajados? ¿Por qué?
- ¿Crees que se puede aplicar este tipo de organización a todo tipo de empresas?
- ¿Qué ventajas e inconvenientes aportan este tipo de oficinas?
Incluiremos una breve reflexión con las respuestas a estas preguntas en nuestro Diario de Aprendizaje.
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