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Geoaventura

Observar un paisaje siempre despierta emociones y sentimientos. Hay personas con mirada artística que lo fijan en el espacio y lo llenan de perspectivas y colores. A otras, sin embargo, les sugiere una aventura o una historia futura que poder contar. Hay quienes rememoran recuerdos de su vida o son capaces de captar lugares habitados por nuestros ancestros.

Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar que los elementos que forman los paisajes (montañas, valles, marismas, ríos, playas...) están asentados en estructuras rocosas profundas, surgidas de un constante ciclo geológico. Ni que, al igual que el viento, la lluvia o la gravedad, los seres vivos y las poblaciones humanas, interaccionamos con el paisaje, cambiándolo y creando nuevos escenarios.

El paisaje es una fotografía estática del continuo movimiento y evolución de nuestro planeta.

Paisaje
TmHill. Cascada en Yorkschire (Dominio público)

Apreciar que la historia de un paisaje está escrita en su relieve lo convierte en una aventura detectivesca que sólo la mirada de la ciencia puede observar. Curiosa y excitante, nos introduce en otra dimensión donde convergen lo que vemos y lo que no, el pasado y el futuro. Investigar sus raíces geológicas nos transporta a sus orígenes y nos permite predecir su evolución. Porque el paisaje, contenedor de ecosistemas y de civilizaciones humanas, es un patrimonio, un legado para las generaciones venideras.

A lo largo de este proyecto de aprendizaje, vamos a aprender a interpretar los paisajes que nos rodean bajo este punto de vista diferente, y lo vamos a hacer "viajando" a través de ellos.

 

Si no escalas la montaña jamás podrás disfrutar el paisaje

Pablo Neruda 

Licencia de Creative Commons
Proyecto EDIA. REA para Biología y Geología. Cedec
Autores: Pilar Etxebarría Rotaeche, Elvira González Aguado, Agustín Gil Martín, María Jesús Serna Martín y Ana Sofía Gutiérrez Arnaiz.